Cuando disparamos la cámara no vemos nada en el visor,
porque el espejo que refleja la imagen hasta el visor se levanta,
para dejar que la luz impacte sobre el sensor.
El espejo sube completamente dejando libre el sensor. A su vez el sensor tiene una especie de tapa,
se llama cortinilla. Es una tapa que no deja que incide la luz.
Al levantarse el espejo la cortinilla también se mueve dejando pasar la luz al sensor.
La cortinilla es el “obturador” o “shutter”. Influye en el tiempo en el que el sensor es expuesto a la luz.
El shutter regula el tiempo en el que el sensor está expuesto,
ésto influye en la cantidad de luz que llega al sensor, por ende influye en la luminosidad de la foto, pero también influye en un efecto muy particular.
Al tener una velocidad muy rápida en la que el sensor se expone a la luz la imagen capturada
tiene un efecto estático, como la imagen de la izquierda.
Con tiempos de exposición largos el efecto que logramos es de movimiento.
En los controles de la cámara podemos modificar la “velocidad de obturación” normalmente
conocida como shutter. La unidad que trabajan las cámaras para la velocidad es en fracciones
de segundos. Ej: 1/10 significa una décima parte de segundo el sensor estará expuesto a la luz.
1/100 una centésima fracción de segundo el sensor va a estar expuesto.
En las cámaras este valor aparece directamente con la fracción. 100-500-1000.
Cuanto más grande el número, más pequeña la fracción, menos tiempo de obturación logramos.
Al tener poco tiempo de exposición generamos una imagen estática, sin desenfoque digamos,
bordes bien definidos en el personaje.
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